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GuArDiAnEs dE NeRvIÓn

Las lágrimas de la copa de la UEFA

      Cuentan los que ayer la cogieron para llevarla a la Ciudad Escocesa de Glasgow, que la “Bella Dama” rompió a llorar de forma desconsolada.

 Tan atónitos y perplejos quedaron los empleados sevillistas ante semejante llanto que no fueron capaces de articular palabra y de transmitir consuelo a la Copa de la Uefa. Ella sentía necesidad de desahogarse, un hombro donde llorar:

 “Sabed que es uno de los días más tristes de mi vida. Nunca imaginé que mi corazón de plata  se viese tan identificado a un equipo, a unos colores, a una afición, a una Ciudad. Todo comenzó una noche de mayo en tierras holandesas. Para mí era una experiencia más, como todas las que había vivido anteriormente, como en Dortmund, como en Gotemburgo, como en Lisboa…  Pero esa tarde primaveral algo en mi interior me decía que mi vida iba a cambiar. La alegría y la ilusión que demostraban hacia mí los aficionados Sevillistas me conmovieron. Esos cánticos, esa pasión, esa animación, ese sentimiento hacia su equipo. Me vine arriba, vaya. Normalmente no suelo decantarme por ningún finalista, pero en aquella ocasión, estaba deseando que el Sevilla FC me conquistara. Y bien que lo hizo.

.. Su capitán, gran tipo, me alzó y me cogió como hasta la fecha nadie lo había hecho.

En todo momento me acariciaban, me besaban, me susurraban cosas hermosas. Nunca había sentido nada igual. Pero la llegada a la ciudad de Sevilla resultó inenarrable. ¡Que felicidad por las calles, que explosión de color, que júbilo ¡

Los meses siguientes me sentí como en mi casa, me ubicaron en el lugar con más señorío del precioso Estadio. Y fueron miles y miles los que se fotografiaban conmigo, los que me besaban, los que le hablaban a sus pequeños de mí, los que me admiraban, los que derramaban alguna que otra lágrima al verme.

Pero todo en esta vida termina y hoy tengo que dejar mi casa. Maldita la gracia que me hace irme a Escocia. Me siento destrozada, como un padre que se marcha a trabajar fuera y deja a su familia, como el pescador que estará en alta mar mucho tiempo, como el novio enamorado que se marcha con su tropa.

 Me siento sola, hundida, vacía. Solo me reconforta pensar que algún día, no muy lejano, vuelva a  estar con mi gente”.

 

Y la “Bella Dama” marchó en silencio mientras sus lágrimas corrían por todo su ser.

   

José Ignacio Molina (socio nº 1223)

1 comentario

moligol -

Gracias por publicar mi artículo en tu blog. Espero que te haya gustado, como tambien le ha gustado a nuestro presidente en un @ que me ha enviado