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Jose Ignacio Molina

La cabalgata de la ilusión

LA CABALGATA DE LA ILUSION…… por José Ignacio Molina

En la noche del 5 de enero miles y miles de sevillanos se lanzan a las calles para disfrutar y vivir uno de los acontecimientos mágicos de esta bendita y Mariana Ciudad.

Pero hoy no pretendo escribir sobre la que es organizada por el Excelentísimo Ateneo de Sevilla, sino que deseo hablar de mi particular CABALGATA DE LA ILUSION , la que ayer viví rodeado de los míos en mi maravillosa Sevilla.

Mi Cabalgata comienza con una colosal Estrella. Esa que hemos visto tan lejos, ahora la tenemos delante y nos está marcando el sendero hacia la Gloria. La Estrella que nos guía está sabiamente organizada y estructurada, con halos de luz muy claros y penetrantes, cual faro en el horizonte. La Estrella que nos guía tiene su camino perfectamente definido, tanto en tiempo como en forma.

Como toda cabalgata que se precie, la mía cuenta también con la “Carroza del Mago”. Pero mi mago es muy particular. No conoce al Rey Arturo ni hace pócimas mágicas. Nació en un humilde pueblo castellano llamado Pedro Muñoz y a base de trabajo, seriedad y talento ha confeccionado un grupo admirado por los pueblos de todo el mundo. Mi mago lleva tiempo demostrando su sabiduría y sueño con que no abandone en cabalgatas venideras su carroza.

En mi cabalgata, el Trono del Rey Melchor está decorado con los colores de la ciudad. Ese carmesí inspirador. Mi mago Melchor no trae oro, sino valores más esenciales en nuestras vidas. Nos da Seguridad, nos aleja de los males, nos garantiza lucha y honor y es la DEFENSA de nuestro orgullo.

¿Y que decir de las bandas de música que participan en la fiesta? Vienen de todas partes de la ciudad y de pueblos adyacentes. No necesitan de muchos instrumentos para producir mágica música: solo sus voces a coro y sus palmas a compás. La fiel escudería es la que más disfruta en la Cabalgata. Salta, grita, canta…


La Carroza de Gaspar es fantástica. Tiene un empaque y un poderío que están muy lejos de la normalidad. Su color es albero baratillo. El mago Gaspar no se cansa de repartir alegrías a los míos. Es equilibrado, inteligente, poderoso y sabio. Sabe tener ese término MEDIO tan importante en la vida y seguir a la perfección las instrucciones que el Mago de Pedro Muñoz le da.

Y para finalizar, el Rey por antonomasia para los pequeños. Baltasar. Su carroza es inigualable, de colores Blanco y Rojo, los colores de nuestros corazones. El Rey Baltasar nos hace Feliz a todos porque culmina el trabajo de todos los que le anteceden. Gracias a él, ATACAMOS a los problemas y les ganamos la partida a base de espíritu, lucha y fe.

Esta es mi Cabalgata, la que soñé de niño y la que hoy puedo definir henchido de satisfacción como:

LA CABALGATA DE LA ILUSION Y LA REALIDAD
 José Ignacio Molina (socio nº 1223)

...Pero como tú ninguna

Pero como tú ninguna
Estrella de la Mañana
De Morena de Juncal
Y de Gracia Sevillana

Así comenzaba Don Antonio Rodríguez Buzón, en su pregón de 1956, su plegaria hecha poesía a la Esperanza Macarena.

Y desde que escuché esas palabras se clavaron a fuego en mi corazón. “Pero como tú ninguna”…

La AFICION SEVILLISTA es única en toda la Europa futbolística. Habrá algunas parecidas, “pero como tú, ninguna”.

Ayer, noche mágica en la Bombonera, otra más, se pudo volver a vivir esa comunión afición- equipo. Desde la llamada a las trincheras por parte del presidente, los fieles guerreros ataviados con nuestras armas (garganta, manos y FE) supimos vivir 94 minutos intensos, de entrega total hacia nuestro Sevilla. Fue una dura noche, incomparable a la del glorioso jueves de feria de los alemanes. Ayer todo era distinto, el rival, el resultado de la ida, el hecho de haber vivido ya una semifinal europea.

Pero allí estaba ella, la inigualable AFICION SEVILLISTA… “Pero como tú ninguna”.

Fue una noche de nervios, de Pellizco, de ese que te recorre todo el cuerpo: el que sintió Morante cuando se fue a recibir a porta gayola a un Núñez del Cuvillo la pasada Feria, el que siente el costalero cuando va a dar su primera levantá o el que padece ese padre en la sala de partos esperando el nacimiento de su Hijo.

Nervios que nos atenazaron, pero que se expulsaron cuando el inglés levantó sus manos al cielo señalando el final de la eliminatoria. Y llegó la explosión de júbilo, de alegría. Otra vez nos convertimos en el centro del mundo. Otra vez todos alabanzas y loas hacia nuestro equipo.

El Sevilla Fútbol Club, el vigente campeón, defenderá su título en tierras escocesas. Y lo hará con el apoyo incondicional de sus fieles, a los que tanto debe y a los que tanto recompensa. Esa que en su día fue bautizada como jugador número doce, esa que es el orgullo de Sevilla y la envidia del resto. Esa es la única, la más grande, la AFICION SEVILLISTA…

“ Pero como tú ninguna”
 José Ignacio Molina (1223)

Las lágrimas de la copa de la UEFA

      Cuentan los que ayer la cogieron para llevarla a la Ciudad Escocesa de Glasgow, que la “Bella Dama” rompió a llorar de forma desconsolada.

 Tan atónitos y perplejos quedaron los empleados sevillistas ante semejante llanto que no fueron capaces de articular palabra y de transmitir consuelo a la Copa de la Uefa. Ella sentía necesidad de desahogarse, un hombro donde llorar:

 “Sabed que es uno de los días más tristes de mi vida. Nunca imaginé que mi corazón de plata  se viese tan identificado a un equipo, a unos colores, a una afición, a una Ciudad. Todo comenzó una noche de mayo en tierras holandesas. Para mí era una experiencia más, como todas las que había vivido anteriormente, como en Dortmund, como en Gotemburgo, como en Lisboa…  Pero esa tarde primaveral algo en mi interior me decía que mi vida iba a cambiar. La alegría y la ilusión que demostraban hacia mí los aficionados Sevillistas me conmovieron. Esos cánticos, esa pasión, esa animación, ese sentimiento hacia su equipo. Me vine arriba, vaya. Normalmente no suelo decantarme por ningún finalista, pero en aquella ocasión, estaba deseando que el Sevilla FC me conquistara. Y bien que lo hizo.

.. Su capitán, gran tipo, me alzó y me cogió como hasta la fecha nadie lo había hecho.

En todo momento me acariciaban, me besaban, me susurraban cosas hermosas. Nunca había sentido nada igual. Pero la llegada a la ciudad de Sevilla resultó inenarrable. ¡Que felicidad por las calles, que explosión de color, que júbilo ¡

Los meses siguientes me sentí como en mi casa, me ubicaron en el lugar con más señorío del precioso Estadio. Y fueron miles y miles los que se fotografiaban conmigo, los que me besaban, los que le hablaban a sus pequeños de mí, los que me admiraban, los que derramaban alguna que otra lágrima al verme.

Pero todo en esta vida termina y hoy tengo que dejar mi casa. Maldita la gracia que me hace irme a Escocia. Me siento destrozada, como un padre que se marcha a trabajar fuera y deja a su familia, como el pescador que estará en alta mar mucho tiempo, como el novio enamorado que se marcha con su tropa.

 Me siento sola, hundida, vacía. Solo me reconforta pensar que algún día, no muy lejano, vuelva a  estar con mi gente”.

 

Y la “Bella Dama” marchó en silencio mientras sus lágrimas corrían por todo su ser.

   

José Ignacio Molina (socio nº 1223)

Declaración de amor

No sé cuando surgió, ni recuerdo ese primer instante, pero sé que me marcaste para siempre, para el resto de mis días. Este Amor no fue el fruto de un profundo flechazo. El paso de los años aumentan mi pasión hacia ti. Y por eso hoy necesito contar a todos lo que mi corazón y todo mi ser sienten.

Nuestra historia de amor empezó con dificultades, como casi todo lo que se comienza en esta maravillosa vida. La diferencia de edad era abismal y mis pocos años jugaban en mi contra. Todos me decían lo mismo. Ten cuidado y no te entregues tanto que sufrirás.
Mi padre también te conocía y me hablaba y me hablaba de ti. Siempre me animó a seguirte y a conquistarte. Me llevaba a verte a sabiendas de las desilusiones que me podía encontrar en el camino. Pero mi ilusión siempre permaneció intacta.

Me hablaban de tus defectos y yo solo veía tus virtudes. Ceguera de amor, quizás. Contaba las horas que faltaban para llegar a nuestras regulares citas. A veces te veía triste, cabizbaja, desilusionada, pero era cuando más te amaba. Y otras veces radiabas esplendorosa, con un empaque y un señorío como solo tú podías tener. Me llenabas de orgullo y no paraba de hablar de ti. Me tildaban de loco y efectivamente lo era, pero loco enamorado.

Con el paso de los años, lo que empezó siendo un pequeño romance se fue convirtiendo en una historia de Amor hermosa. Hubo muchos sinsabores, desengaños, desilusiones, que no hicieron sino hacerme más fuerte. Intentaron que lo nuestro no funcionase, pero mientras mayor era el obstáculo, más sentimiento y energía me transmitías. Nuestro Amor basado en la fidelidad, el respeto, la comprensión y la pasión siempre se sobrepuso a todo y a todos.

Y llegó la época dulce que actualmente vivimos, exultantes de felicidad, con tardes inolvidables, y noches imborrables. Lo sembrado nos empieza a dar sus frutos. Todo lo que me tenías guardado me lo diste sin ninguna reserva. Me hiciste el hombre más feliz del mundo. Pude palpar el éxtasis con mis manos una tarde en la florida Holanda, pude levitar en nubes de sueños una noche de agosto donde las princesas no son de cuentos de hadas, me hiciste llorar de Felicidad y recuerdos una mágica noche de Feria. .Y sigues repartiendo alegrías, aquí en nuestra casa y lejos de ella, haciendo realidad mi sueño de niño y esperanzado e ilusionado con el futuro prometedor que juntos nos espera.

Por eso, desde lo alto de mi “Colina” quiero gritar a los cuatro vientos y que se sepa, que estoy loco por ti:

“Te Amo y siempre te Amaré, Sevilla de mis amores”

José Ignacio Molina (socio nº 1223)